jueves, 26 de mayo de 2011

«Enlatados»

─Ese gordo ocupa mucho lugar ─oyeron decir todos.

Sus cuerpos temblaban. Sin duda era la señal que indicaba que la vida de alguno de ellos estaría cerca de su fin. Con cierto disimulo y recelo comenzaron a mirarse, a compararse. ¿De quién hablaban?

La voz que venía del otro lado de su prisión, pareció decidirse claramente por uno de ellos.

─Sí, ese, ¡sácalo! ─ninguno de los presentes dijo nada, solo esperaban. Deseaban no ser el escogido.

El receptáculo se abrió. Unos dedos húmedos y fuertes lo asieron por la pechera. Era su fin. No volverían a ver a su hermano espárrago.

6 comentarios:

  1. ¡Pobrecito! con lo buenos que están con jamón y mayonesa...

    Myriam

    ResponderEliminar
  2. ... um jugosito... y para qué vamos a dejar a su hermano en el "habitáculo"!! Cuñi

    ResponderEliminar
  3. ummmmmmmmmmmmmmm los mios a la plancha... pero pobre hermanitos,¿ no vamos a dejarlos solos verdad?

    CArmen

    ResponderEliminar
  4. Bueno, al fin ha llegado la ilustración. Fin de semana en el sur y sin ordenador jajajajja

    ResponderEliminar
  5. Acabo de descubrir que ¡te odio! me voy dos días y te zampas la lata de espárragos... ¡mal amigo! por llamarte algo y perdona por lo poco, buaaahhhhhhhhhh!!!!!!!

    Zarandajo

    ResponderEliminar
  6. MYRIAM: lo tuyo es muy fuerte jaja mientras sea llevarte algo a la boca...

    CUÑI: Eso digo yo... ¡pá dentro!

    CARMEN: pues ahí te están esperando

    JESÚS BRAVO: Te hiciste de rogar.

    ZARANDAJO: Menos mal que del amor al odio hay solo un paso... y algún espárrago, jajajaja

    ResponderEliminar

Deja aquí tus ideas, sugerencias, consejos... Sería fantástico que firmases tu texto. Muchas gracias por visitarme.

LinkWithin

Related Posts with Thumbnails