«¿Y cuándo será el incendio?» ─rezaba el cartel colgado, en un poste de madera, a la entrada del bosque. Sobre la frase se podía contemplar la imagen de una mano que soportaba una vela encendida─. El hombre no salía de su asombro. Había algo en todo aquello que le resultaba familiar. Miró hacia un lado y sintió como la imagen colgada le acompasaba en un movimiento contrario. Gesticuló con su boca en señal de extrañeza y algo en su interior le hizo volver en sí. Estaba poseído. La imagen era él. El cartel un espejo y una voz le hablaba. Lo arrasaría todo.
Ilustración en: http://blogdejesusbravo.blogspot.com/
Es que hay gente pá tóoo. Veremos la ilustración.
ResponderEliminarCArmen
Vaya y nadie que lo pare, incluso puede que alguno hasta le dé un empujoncito... Cuñi
ResponderEliminarYa sé por qué te mudas, necesitas un cambio, urgentemente, cada día tienes el coco más grillao... ¿te han dicho que todos los caramelos no lo son...?, ¿te han contado que el zumo de centeno está viniendo adulterado...? ¡en fin!, ¡tú sabrás!, déjame que insista... ¡tienes que cambiar!
ResponderEliminarCuarteto de Buenosaires
CARMEN: Va a ser que sí. Muy chula.
ResponderEliminarCUÑI: Es lo que tiene.
CUARTETO DE BUENOSAIRES: jajaja lo peor es que sigo tomando la pastillita y no hay manera.