Parecía increíble. Hacía mucho tiempo que Jonás y su padre no veían tantos animales juntos. Algo raro había pasado.
Mientras el niño contemplaba, boquiabierto, los andares de cebras y elefantes, los rugidos y gemidos de leones y hienas, las payasadas de monos, gorilas y cabras…, los mayores decidieron reunirse para intentar descubrir qué era lo que había pasado y, sobre todo, intentar averiguar cómo habían llegado hasta allí todos aquellas alimañas.
Tras horas de discusión, María, una niña de apenas cuatro años, llamó la atención del grupo. Jonás, subido a un árbol, hacía las delicias de todas las bestias que parecían reír, divertidas, las monadas y tonterías que hacía y la actitud de todos los adultos. ¿Cómo era posible?
Decidieron separarse en grupos para explorar aquel espacio, con el fin, de intentar descubrir alguna explicación. ¡Todo era atrezzo! Las casas eran de cartón piedra, la calle era de mentira, los edificios no eran reales. Estaban en el interior de una jaula.
Una voz, como en off, les habló.
Ya es tarde. Habéis perdido la oportunidad que os di para cuidar y defender el planeta. Ahora les toca a ellos.
Los animales aplaudieron la decisión. La humanidad, o lo que quedaba de ella, se convirtieron en tristes «monos de feria», simples espectadores como hasta el momento de la nueva realidad mundial.
Y todo por no cuidar lo que nos rodea.
¿Existe el Día internacional del 1 de julio: los maestros se van de vacaciones? jajajaja es el único que pienso celebrar jajaja. Lo siento por ti que estarás currando hasta mediados de julio.
ResponderEliminarUn saludo
JA
NO, si es verdad, al final todo se vuelve contra nosotros...jejeje y si no, observa:
ResponderEliminarhttp://www.youtube.com/watch?v=sEiF5w7v4Eg
¡NUNCA DEJES DE ACTUAR!
Myriam.
JA,JA, JA....
ResponderEliminar¡¡¡¡Por fin planté un árbol!!!
Ahora queda todo lo demás....
CArmen