jueves, 14 de junio de 2012

«Al llegar a casa»


Se entrenaban para estar muertos. Les gustaba pensar que eran una fuerza de élite. Sus uniformes, sus cascos, sus armas..., su actitud, así les señalaban. Cada tarde salían a correr.

En su campo de adiestramiento se arrastraban por los pegajosos fangos, saltaban vallas y muros, escalaban por cuerdas colgantes que no llegaban a ningún sitio. Todo para estar en forma hasta la llegada del día en el que les fuera encargada alguna misión especial.

Mientras sufrían se les oía cantar. A escondidas lloraban. Solo una pena les desilusionaba, seguían jugando a una guerra que nunca lucharían, por lo que, al llegar a casa, un Cola-Cao caliente siempre les reconfortaba.

4 comentarios:

  1. Ya se sabe, ¡donde esté un buen chocolate...!, nada, mucho hombre y poca casta...

    ResponderEliminar
  2. Si es que lo que no cure el cola cola cao!!!

    ResponderEliminar
  3. Es imaginación infantil que nunca nos abandone, aunque el cola cao lo susttituyas por un danacol jajaja.
    Saludos.

    ResponderEliminar
  4. JOSÉ GERARDO: Es lo que hay, ya no los fabrican como antes.

    ANÓNIMO: Cierto, ni siquiera un buen ron.

    GLORIA: Con la edad, claro jajaja

    ResponderEliminar

Deja aquí tus ideas, sugerencias, consejos... Sería fantástico que firmases tu texto. Muchas gracias por visitarme.

LinkWithin

Related Posts with Thumbnails