miércoles, 8 de febrero de 2012

«Desde la cumbre»

Las botas que le llevaron ladera arriba son las mismas que tiene desde hace años. El aliento que le empujaba a seguir caminando era nuevo.
La cumbre se le había resistido, pero el premio valía la pena. Estaba dispuesta a enfrentarse a todo lo que se le venía encima. Sabía que no estaba sola, que contaba con el apoyo de todos los que le rodeaban y lo que era más importante, tenía su propia y poderosa fuerza interior.
Ahora, desde su posición, el mundo se rendía a sus pies. Sabía que la prudencia y la tranquilidad debían ser las características que dominaran su carácter en estos momentos tan importantes. Estaba orgullosa y llena de felicidad. Pero el camino es intrincado y lleno de peligros. Caminar, y más por estos senderos, siempre hay que hacerlo despacio, con calma, con los bastones bien apoyados y los pies pisando firmes las piedras del camino.
El camino de vuelta es largo así que recórrelo despacio. Disfruta de cada momento.

6 comentarios:

  1. la cumbre se nos resiste a veces, pero hay que seguir caminando con la vista fija en ella. Un abrazo!

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  2. lo mejor de llegar arriba es sentir que el esfuerzo ha valido la pena. En la vida hay cumbres muy duras de subir y encontrar apoyos es imprescindible.

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  3. Bonita metáfora, seguir adelante...SIEMPRE.

    CArmen

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  4. J: Todo es cuestión de seguir caminando.

    MANUELA: Gracias....

    JESÚS BRAVO: gracias amigo, tu eres uno de esos apoyos.

    CARMEN: eso es.

    CUÑI: Pero a qué te gusta?

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