lunes, 20 de diciembre de 2010

«El aventurero»

Su vida era siempre así, arriesgada. Pasaba horas empapado, de arriba abajo, luchando contra el agua, la espuma…, el fuerte viento.
            Empezó a trabajar allí de pura casualidad. Pensaba que era algo distinto, original e incluso divertido, así que, un día tras otro, lo vivía cual aventura intrépida, con su frontal, su impermeable, sus botas de agua…
Había quienes se burlaban de él y no reconocían el esfuerzo que hacía. Pero, ya hacía mucho tiempo, había decidido no prestarles atención y cumplir con su labor y su horario hasta que saliera algo mejor.
En el fondo le gustaba su trabajo. Se hacía la idea de estar en un barco, en alta mar y en plena tempestad, moviéndose de aquí para allá. Oía rugir el viento y la espuma le salpicaba en la boca.
Al terminar su jornada en el lavacoches, agotado y mojado hasta el alma, volvía a casa para descansar y seguir soñando.

5 comentarios:

  1. Contra, pensé que ibas a decir director de un colegio jajajajja

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  2. Muy bueno, lo que hace una imagen... y una mente "calenturienta" jajaja

    Un saludo

    CArmen

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  3. Positividad ante todo y, si te gusta lo que haces, mejor... Cuñi.

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  4. No sé si llevarle mi coche que tiene falta de un lavadito..como está tan entusiasmado con lo que hace...jejeje.

    Myriam

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  5. JESÚS BRAVO: jajaja, casi.

    CARMEN: Muchas gracias, espero que te refieras a la tuya jajaja.

    CUÑI: Es lo mejor, así por lo menos te ries un poquito.

    MYRIAM: Bueno, tú verás, no sé la cantidad de polvo que tenga tu coche jajaja.

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