Algunos lloran mientras otros ríen. Algunos protestan mientras otros buscan soluciones. Yo, me levanto y camino. Me asomo a la vida y la observo con detenimiento. Intento buscar alguna pista que me lleve a dilucidar la solución al problema planteado. Voy de aquí para allá. Todo lo rápido o todo lo despacio que necesito. Levanto todo el polvo, hasta el escondido bajo mis propios pies, con tal de dar con la respuesta apropiada. Pateo los encerados con operaciones, dilemas, fonemas y demás artimañas de la sabiduría humana. Al final la respuesta llega y mi vida acaba. La disfruto. Me gusta ser tiza.
Nos dejas gastados, nuestra vida se ha quedado entre la pizarra y el dibujo de mi puerta... anónimo autor que pintó blanca nuestra cara.
ResponderEliminarUf, me acuerdo de ellas. Qué momentos, que molestas cuando hacían ese ruidito, qué polvo levantaban -el único que veía jaja-, que manchas en la ropa... por suerte ahora uno pizarra digital.
ResponderEliminarbesos
CArmen
...nunca lo hubiera imaginado!!! Cuñi.
ResponderEliminarJGERARDO: no hay nada como la poesía escondida tras las puertas
ResponderEliminarde los cuartos de baño.
CARMEN: Siempres fuistes alérgica al polvo, jajaja.
CUÑI: ¡¡la imaginación es un magnífico poder!!
Algunas tizas sí que viven bien...yo, aún sigo conservándolas en mi clase, y bueno, por ahora no soy alégica a ellas...jejeje.
ResponderEliminarMyriam.
Algunas tizas sí que viven bien...yo, aún sigo conservándolas en mi clase, y bueno, por ahora no soy alégica a ellas...jejeje.
ResponderEliminarMyriam.