Siempre han dicho de su presencia que tiene grandes poderes. Hay quienes, nada más oler su figura, intentan huir despavoridos, pues consideran que aún no les ha llegado la hora, a la vez que ignoran de la inutilidad de la carrera, ya que al final siempre llega. Otros, en cambio, buscan su abrazo, unos, con gran paciencia o incluso, otros, desesperados.
Basta una sola mirada para destruir el corazón más sibilino. Necesita un breve roce de su cuerpo, sobre la piel de otro, para inflingirle el más fuerte de los dolores. Con su suave tacto hace revolver los estómagos más fuertes y las personalidades más duras. Su aliento puede atragantar las gargantas más bellas y hasta podría ahogar las más gruesas. Cuentan que cuando te llega la hora no logras escapar.
Por suerte hablo del amor y no de la muerte, ¿alguna diferencia?
Creo que, sí que puede llegar a ejercer grandes poderes sobre las personas...por lo que yo lo definiría (y según tus palabras) como: abrazo, paciencia, mirada, corazón, roce, cuerpo, piel, suave, tacto, aliento...y sobretodo, que al final siempre llega.
ResponderEliminarMyriam.
Qué filosóficos todos xd. ¿grandes poderes sobre las personas? evidentemente, buenos y malos.
ResponderEliminar¡¡¡Cuánta razón!!! yo busco y no encuentro, ¡¡¡DESESPERADA!!! jajaja
ResponderEliminarCArmen
Casi que te tenía pillado en el 2º o 3º renglón... Es mejor hablar de complicidad entre dos, entrega incondicional sin esperar nada a cambio.
ResponderEliminarA la que busCA, en la "basca del Wylli los hay muy dispuestos".
¡Que el viento les lleve aromas de sal y jable!
MYRIAM: Así es la vida misma.
ResponderEliminarJESÚS BRAVO: y, a veces, son buenos y malos a la vez, según se mire.
CARMEN: esa era una canción de Olé, Olé...chosssssst ¿te acuerdas?
Pepe: Me encantan los saludos que nos envías gracias