Quedarse en casa una tarde de domingo es fantástico. Sobre todo después de un sábado movidito y una “amanecida” para ir a una excursión que resultó fallida.
Uno espera echarse en el sillón, poner una película, para no verla por culpa de una buena siesta… También está la opción entretener a los niños de uno, que para eso están.
─Pues ya que no vamos a hacer nada, podríamos terminar la maqueta.
─Vale, si quieres que te ayude.
En principio parece ser que a mi hijo le apetecía encontrar un hobby. De esas cosas que uno hace cuando le apetece estar tranquilo y pasar un rato agradable consigo mismo. Así que se ha dedicado a montar maquetas de soldaditos de la II Guerra Mundial.
Como suele ocurrir en estos casos encontró un entretenimiento para los dos. Así que adiós sillón, adiós peli y adiós… (lo de la siesta no se me escapa que faltita me hace), que vamos a hacer maquetas.
Es el primer diorama que hacemos. La verdad es que hemos pasado muy buenos ratos juntos, que al fin y al cabo es lo que uno quiere, y el resultado es bastante vistosillo.
Así que ya sabes, si no tienes plan para las tardes de los domingos, te puedes unir al nuevo club de maquetistas. Eso o llevarte a mis hijos de paseo.
Pedazo de maqueta, un par de ellas más y montamos una exposición!! Cuñi.
ResponderEliminarEs lo que tiene la paternidad.
ResponderEliminarUn saludo a los niños.
CArmen
CUÑI: jajaja Pues habrá que ir pensando en hacer los carteles que el muchacho parece estar animado.
ResponderEliminarCARMEN: Eso es verdad. Muchas gracias.