Sus
avanzadas manos son duras, como siempre lo fue su persona. Las
callosidades que presumen, provocadas por tantos años de trabajo, se
han convertido en parte de su propia alma. Las tiene por todas
partes. Apenas sonríe. Nunca lo hizo. Entre sus arrugas se puede
leer el hambre del pasado y las penurias vividas. Grandes fueron los
esfuerzos que tuvo que hacer para sacar adelante a su familia. Hoy
está solo, viudo de esposa y de hijas, que ya casadas se han ido
alejando de su terquedad y dureza, típica del hombre del campo.
Algo
le ocurre. Sus manos siguen rizando, trenzando y doblando las duras
varas que siempre le han acompañado. Pretende cumplir un encargo.
Quizás el más especial de toda su vida. La cesta más bella que
jamás hizo, la que acunará a su primera nieta.
Con
tiento moldea las ramas, y en cada una de ellas coloca un poco de
amor, de su misma esencia, de la que mantiene en el fondo de su
corazón. De la misma que pensaba que no le quedaba.
La noticia del
cercano alumbramiento hizo en él revivir sentimientos del todo
olvidados. Abandonados. La cuna será su manera de pedir perdón.
Pero está solo. Un dolor inmoviliza su brazo izquierdo. Jamás
conseguirá cumplir su sueño.
Snif. Qué bonito. Me han salido lágrimas.
ResponderEliminar¡¡¡Qué bien vienen de vez en cuando!!!
EliminarAy hijo qué tristeza, dile que yo le ayudo a terminarla!! Cuñi
ResponderEliminarDicho queda.
EliminarBonita historia...MORALEJA: haz lo que te tengas que hacer...¡¡¡YA!!!!
ResponderEliminarCArmen
Pues en esas estamos, ¿verdad?
EliminarHas ido paso a paso trenzando una historia de tantas, que podemos encontrar por nuestra tierra, donde las circunstancias no dejaron hueco para demostraciones de sentimientos. Con el nudo final creo que el perdón está más que justificado y es que muchas personas son incapaces de sacar al exterior todo aquello que les hierve en su interior, a veces lo´más fácil se vuelve lo mas complicado del mundo.
ResponderEliminarBesos.
Pero hay que buscar ese momento y aprovecharlo, antes que... sea tarde.
EliminarComo siempre, radical, también tiene su belleza, pero fundamentalmente tierno. De esa ternura, igual me salgo de tiesto, no nos tienen que explicar nada, ni pedir perdón, ¿quiénes somos nosotros para pedírselo?, a su manera, ellos nos lo han dado todo hecho. Estoy con la peña, no dejes para el siglo lo de hoy...
ResponderEliminarA su manera... Todos tenemos una manera, pero, a veces, qué difícil es hacerla entender.
EliminarNo entiendo el final de la historia ¿Por qué no logrará cumplir sus sueños?. Me lo explicas
ResponderEliminarLamento que no lo hayas entendido. De todas formas igual es que yo no lo expliqué bien, pero no tienes porqué compartir mi visión. Un dolor en el brazo izquierdo es síntoma de ataque al corazón y tras él la muerte de nuestro protagonista. ¿Qué te parece? ¿Duro?, ¿creíble?, ¿te lo esperabas así?...
EliminarGuille, no asustes. El ataque al corazón, se manifestaría primero por dolor en el pecho, y luego irradiado al brazo....Ufff ¡¡¡¡qué técnico yo!!! ja ja ja
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